En un mundo donde la estética lo es todo, parece imposible pensar que empresas que viven de eso, de la imagen, no tengan en cuenta plataformas como Pinterest o Instagram en su estrategia de marketing digital. ¿Por qué?
Porque estas redes sociales han hecho del contenido visual su razón de ser y han conseguido aglutinar a su alrededor a millones de personas en busca de las últimas tendencias y novedades del mundo del diseño, la gastronomía o la automoción en formato jpg. A diferencia de lo que pasa en aplicaciones como Twitter o Facebook donde las palabras e imágenes forman un tándem perfecto, en Instagram y en Pinterest el texto –aunque imprescindible a nivel de posicionamiento- ocupa un papel secundario. Lo que importa es la calidad de la imagen, su composición, su originalidad. Los usuarios reaccionan ante ellas mediante repins o Likes e, incluso, acciones de compra en la web. Unas posibilidades que las firmas de moda y complementos, los estilistas, las agencias de publicidad y diseño y, cómo no, los restaurantes no pueden desperdiciar. Todos ellos venden experiencias offline a través del diseño y pueden -y deben- aprovecharlas en el mundo online para mejorar su posicionamiento, para aumentar su visibilidad y para acrecentar sus ventas.
Ahora que ya sabemos por qué deberíamos incluir Pinterest o Instagram en nuestro plan de marketing online, deberíamos hacernos la siguiente pregunta: ¿por cuál optar? Aquí, como con el resto de redes sociales, deberemos tener en cuenta factores como el sector profesional de la empresa, el público objetivo al que va dirigido y las propias características de la plataforma. En Fast Digital os damos algunas pinceladas de cada una para que, en función de ellas, decidáis.
- Público objetivo. Mientras los usuarios de Pinterest son, en un 70%, mujeres de 18 a 34 y más de la mitad tiene hijos, el público objetivo de Instagram es mucho más heterogéneo. Según datos de The Social Hub, los instragrammers son, casi por igual, hombres y mujeres, su edad va de 18 a 34 años y están habituados a utilizar el móvil para navegar por Internet e interactuar con las marcas. Las cifras de usuarios totales también varía en función de la plataforma: en el caso de Pinterest, ya son 70 millones de personas las que utilizan esta red social. En el de Instagram, 200 millones.
- Fotografías. Con respecto a las imágenes que se publican en Pinterest e Instagram, también hay diferencias. Si la primera permite subir imágenes desde el móvil y dispone de una gran variedad de filtros para hacerlo, la segunda obliga a extraer las imágenes de la red y no cuenta con herramientas para editarlas desde su aplicación. Una característica que si bien limita las posibilidades de edición de las fotografías, impulsa el tráfico hacia la site de la que han sido extraídas y asegura la calidad de las mismas. En Instagram, por ejemplo, la dirección de la web queda diluida entre los hashtags y la espontaneidad y creatividad que caracteriza a las publicaciones de esta red no garantiza la profesionalidad de las mismas.
- Organización. Aquí, a diferencia de lo que pasa con la publicación de fotografías, Pinterest es mucho más flexible y rico que Instagram. Nos permite la opción de crear tableros y distribuir nuestras imágenes en ellos, ofreciendo a los usuarios una visión completa de nuestra marca –desde productos y servicios hasta inspiración y filosofía- y hacerlo como si de una historia se tratara. Instagram, por el contrario, obliga a sus usuarios a acceder a las imágenes de forma cronológica y sólo cuenta con los hashtags para organizarlas.
- Interacción. El hecho de que en Instagram sean los propios usuarios los que crean y publican las fotos que aparecen en sus perfiles convierte a esta red en una plataforma más propicia a la interacción entre sus miembros. En Pinterest, aunque el contenido sea propio, suele ser pineado y repineado por otros usuarios.
- Hashtags. Aunque en Pinterest e Instagram están permitidos, el número de hashtags a utilizar varía considerablemente de uno a otro. En el primero no es recomendable incluir más de uno o dos y, en el segundo, no deberíamos sobrepasar los ocho o diez hashtags.